Monday, May 14, 2007



Sabes, hoy quiero escribirte otra cosa, hoy quiero escribirte que te quiero mucho, que hay veces que te extraño y que no dejo de pensar en ti, eres mi hijo Makoto. No es la intención ponerse demasiado tiernos en este post, seguramente si lo llegas a leer comiences a pensar que tu padres es un cursi y mamón de lo peor, es un riesgo que estoy dispuesto a tomar y que asumiré a su debido tiempo cuando llegue. Nada tiene que ver lo sé, pero acabo de pensar en las posibilidades que ofrece el futuro y de cierta forma, una muy "teca", me pregunto si ya existirán autos voladores... pero bueno no tiene nada que ver con las cuestiones que nos ocupan en el presente... post.

Te digo en este momento que te quiero, por una simple y sencilla, quizás burda y estúpida razón, no se cuando pueda hacerlo otra vez, el tiempo pasa y los días se apagan tropezando con el horizonte, y también lo escribo en este momento porque así lo siento, tengo el tiempo y el deseo de expresar algo y lo hago, así. Bueno, para variar he desviado el tema y me justifico mientras mi discurso rueda colina abajo, tratare de componer el sentido y recomenzare diciendo qué lo que realmente deseo escribirte es que nunca olvides que tu viejo te quiere y cuentas con él para lo que consideres que pueda ser necesario. Cuando me conozcas más sabrás de mi necesidad por decirlas cosas una y otra vez, eso por supuesto se debe al temor y molestia a ser malinterpretado en mis palabras, pero bien, continuaremos con cosas de este tipo en días posteriores, ahora es tiempo de ir por un bocadillo nocturno, nos leemos pronto, y perdón por la puntada hiper Kitsch de poner una rola de Franco De´vita. Ah, se me olvidaba, antes de irme te voy a dejar una imagen que a mi me gusta mucho.

Friday, May 04, 2007

¿Quien eres tú?




"Mmm Mmm Mmm Mmm"

Once there was this kid who
Got into an accident and couldn't come to school
But when he finally came back
His hair had turned from black into bright white
He said that it was from when
The car had smashed so hard

Mmm Mmm Mmm Mmm
Mmm Mmm Mmm Mmm

Once there was this girl who
Wouldn't go and change with the girls in the change room
But when they finally made her
They saw birthmarks all over her body
She couldn't quite explain it
They'd always just been there

Mmm Mmm Mmm Mmm
Mmm Mmm Mmm Mmm

But both girl and boy were glad
'Cause one kid had it worse than that

'Cause then there was this boy whose
Parents made him come directly home right after school
And when they went to their church
They shook and lurched all over the church floor
He couldn't quite explain it
They'd always just gone there

Mmm Mmm Mmm Mmm
Mmm Mmm Mmm Mmm
Aquí estamos en el jardín de San Juan de Dios, ese día salimos a comprar telas para un experimento mio.

Ayer cumpliste tu primer año, ese día al igual que en el día que naciste estaba perdido entre el sopor y la visión borrosa de sentirse anímicamente devastado, pero bueno, este blog no se trata de que te diga lo mal que me siento ni nada por el estilo, pero me ayuda a contextualizar todo lo que deseo expresar a continuación, como estaba diciendo, ayer fue tu cumpleaños, y el estúpido olvido la cámara, claro, completamente cargada y lista para registrar lo que deseara, pero en casa no tiene mucha utilidad, mira que a veces desea ría arrancarme la cabeza yo mismo, no tienes idea de lo mucho que odio la existencia(mía) a veces, sobre todo porque siendo este el registro de algunos aspectos que considero relevantes en nuestro convivir, me molestó sobremanera olvidar algo que no debí, que era importante para mí, después de todo, si yo no me ocupo de las cosas que me importan, ¿quien lo hará?.

En tu fiesta, como es común, eras el festejado ausente, estabas pero no tenias la posibilidad de abstraer lo que pasaba frente a tus ojos, ni la mínima idea de lo que hacían todas esas personas en un lugar que habitualmente no tiene tantas, todos haciendo y deshaciendo, moviéndose y poniéndote los pelos de punta, quizás era demasiado para ser el primer año, y quizás todos le daban una importancia que para ti no lo era, sólo puedo imaginar lo que pensabas y, en el peor de los casos pensar que pensabas lo que yo deseaba pensar que pensaras, maldita objetividad esquiva, maldita ciencia exacta, maldita humanidad abstracta, no importa, bueno si, pero no demasiado, nunca demasiado. Más tarde ese día llegó el momento, primero de comer, después de cantar las mañanitas y de aplaudir, yo no lo hice, no me apetecía, aplaudir me hace sentir estúpido, como un simio que no comprende lo que pasa a su alrededor, entonces aplaude impotente, y con el choque de sus palmas sofoca su pensamiento porque duele en demasía. El pastel llegó poco después y con el la celebración de tus actos, esos que dentro de unos años todos verán con malos ojos, como signo inequívoco de que eres un mal educado y un desadaptado social... (Continuara)

Tuesday, May 01, 2007


Antes de continuar con los acontecimientos más recientes, me parece buena idea postear una imagen que bien podría ser todo un clásico, aunque obviamente no por su calidad técnica, ni su nitidez histriónica, sino por su valor histórico. Fue tomada el catorce de agosto de dos mil seis, así, con letras, sin números que contribuyan a la deshumanización del ser, sin dígitos confusos que no son nada más que intentos fútiles por asir lo que los neo-liberalistas llaman progreso, pero eso, eso es otra historia.

Preocupados por que no quieres comer tenemos que obligarte, con una jeringa introducimos a la fuerza la leche que te niegas a tomar, los pataleos y los gritos me duelen más de lo que hubiera pensado, más de lo que hubiera deseado. Dudo en seguir, me siento cómplice de tu dolor, le pido a tu madre que no lo haga más -comerá cuando tenga hambre- le digo con tono de suplica, ella no me escucha, ni siquiera me ve -tiene que comer, no quiero que se muera, es por su bien- enuncia las palabras aferrándose a ellas. A tu madre también le duele obligarte de esta manera. Somos dos personas en una habitación mal iluminada, con los muebles desacomodados, con las intenciones bien colocadas, con un bebé que cierra con fuerza sus pequeñas mandíbulas, con sus diminutos puños constipados, con la mirada desesperada yendo de un lado a otro cómo tratando de escapar en la dirección a la que apuntan sus ojos. No quiero seguir participando en esta escena, se supone que debo protegerte, no lastimarte, en mi cabeza me repito una y otra vez- es por su bien, tiene que comer, yo tampoco quiero que te mueras-. Y entonces llega el silencio, y en el retumba con gélida violencia mil interrogantes ¿Será siempre de esta forma? ¿Tendré que justificar el daño hecho en ti repitiendo mil veces que lo hago por tu bien? ¿Todo ese dolor se convertirá en algo que borroso y polisémico del cual nunca estaré consciente?¿Cómo borras los errores escritos sobre la piel de un infante? y así las interrogantes se suceden una a una, no tengo respuesta, sólo intenciones de ser o quizás de no ser.